20 de agosto de 2010

Últimamente he hecho de todo con mi vida.

Siento que pierdo mis ideas al momento que pasa el tiempo, que me inundo más y más en la distracción cotidiana y que busco desesperada cualquier cosa que te quite de mi cabeza. He hecho de todo, cosas que dije que no volvería a hacer y cosas que pensé que nunca haría. Sobrevivo de música, de hamburguesas y de risitas histéricas, de clases universitarias que me hacen sentir grande, de cosas que son irrelevantes, de ataques de pánico constantes y que usualmente cansan demasiado. Siento que he perdido la habilidad de crear, de escribir, de pasmar lo que siento en palabras cochinas que me da tanto morbo releer, pero es que no siento nada, siento vacío, no sé describir el vacío, y si lo intento sería realmente difícil llegar a una cosa concreta. Me la paso distraída, demasiado distraída, no tengo tiempo de pensar, o no me doy el tiempo de pensar. Se me escapa la vida por las manos, y yo la dejo, yo la dejo irse, así muy tranquila, muy pasiva, muy vete, vete de mí. Lo único que puedo pensar, con sinceridad es que ya no sé que hacer conmigo. No tengo más nada que decir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario